¿Cuántas citas antes de una relación exclusiva?: todas las claves
Te lo voy a dejar claro desde el principio: no existe una respuesta a esa pregunta. Al menos, no una numérica. No hay números mágicos. No son ni cuatro citas, ni diez citas, ni seis citas. Así que ante la pregunta ¿cuántas citas hay que vivir con la misma persona antes de tener una relación exclusiva? solo cabe responder, depende.
| El número de citas antes de oficializar la relación dependerá de cada pareja y sus circunstancias. Sólo una cosa está clara, no lo intentes en las primeras citas. Ir demasiado rápido es contraproducente en el 99% de las ocasiones. |
Definición de relación exclusiva
Una relación exclusiva es aquella en la que dos personas acuerdan comprometerse mutuamente y ser leales el uno al otro, compartiendo una conexión emocional, física y/o romántica de manera exclusiva. Esto significa que ambos han acordado no buscar ni mantener relaciones románticas o sexuales con otras personas mientras dure la relación exclusiva. Es una forma de compromiso que puede ser importante para algunas personas en una relación y puede ser vista como una señal de compromiso y amor por parte de ambas partes.
Como decíamos, ante la pregunta ¿cuántas citas antes de salir con alguien? no cabe responder con ningún número. Dicho esto, sí que hay algunas señales que indican que ha llegado el momento de tener una relación exclusiva.
Vamos a verlas.
1. Ya no te interesan otras mujeres
Estás en la discoteca bailando y una chica no para de mirarte. No está nada mal, pero no es como la chica con la que estás quedando últimamente. Es más, de repente te entran unas ganas horribles de dejar de estar de fiesta y verla . Preferirías un millón de veces ver un maratón de pelis con sofá y mantita que estar rodeado de gente escuchando música de banda. O de empezar relaciones de rebote.
2. Quiere conocer a tus amigos. No te importaría conocer los suyos
Eso significa que están interesados en tu mundo mucho más de lo que lo estarías si solo fueras una cita más. Intentar salir con varias personas a la vez queda fuera de tus límites.
3. Se ven cada vez más a menudo
Si no puedes pasar mucho tiempo sin verla y al revés sucede lo mismo, si ya no te preguntas como saber si le gusto porque tienes clara la respuesta. ¿Qué les impide ser novios?
4. Deja el cepillo de dientes en el baño de tu casa. (Forever and ever)
Por una vez las comedias románticas no mienten. Empieza dejando el cepillo, luego ocupa medio salón con cosas del trabajo y termina pidiendo pizza con anchoas. Antes te preguntabas si hay compatibilidad en la pareja. Y ahora mírate, comiendo una catástrofe culinaria por ella.
Puede que tengan dos apartamentos, pero parece que viven juntos en el mismo.
Pues bien, si todo esto te da igual. Ejem… Ya es oficial. Son novios.
5. Te llama Cari, Rorro, Cuchurrumin, Amorch, Titi, Gordi, Cuqui, Peque, bebé…
Ya sabes, ese tipo de apodos que vistos desde fuera de la pareja dan vergüenza ajena.
Por cierto, si has llegado al nivel de apodos de animalitos –porque nunca se llamarán “perra” o “gorila” sino “hormiguita” y “osito”– el asunto se te está yendo de las manos a pasos agigantados.
Cuidado con los apodos, es algo que se queda para siempre, aunque tu novio sea ex algún día.
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6. Te sujeta de la mano
Estás caminando por el parque y te agarra de la mano. ¿Tendrá frío? piensas mientras ves a unos niños refrescándose con el agua que expulsa una boca de incendios. No puede ser, estamos a 44 grados -continuas pensando- ¿será que somos novios?
En efecto, lo son.
7. Te regala algo que no cuesta dinero
Ya sabes, algo generalmente feo en lo que ha tenido que emplear muchas horas de su vida para confeccionar. Hablo de ese librito hecho a mano con cartulinas de colores, o peor, un suéter de lana que, una vez puesto, te da ganas de que alguien te corte la yugular y acabe de una vez por todas con tu sufrimiento.
Si te alegras de ese tipo de regalos tienes acceso a la dosis necesaria de masoquismo que hace falta para tener una fructífera y oficial relación de pareja.
8. Sus padres saben que existes
Esto en un pueblo no significa nada, pero en una ciudad, lo es todo. Nadie le comenta a sus padres la existencia de alguien que no les importe.
Si los conoces en persona y no ha sido un fatal accidente, ya puedes decir que son novios. O casi.
9. Se atreve a tirarse un pedo en tu presencia
No todas las señales cuando estás empezando a salir con alguien son igual de relevantes. Tirarse el primer pedo está sólo por detrás de decir “te quiero” y muy cerca de una pedida de matrimonio en cuanto a trascendencia se refiere.
Un matiz: no es lo mismo un pedo accidental que uno expulsado con premeditación y alevosía.
Mucho cuidado. Puedes pensar que tu amante está preparada para este nivel de compromiso y que no sea así. Es una apuesta muy arriesgada, quizás no vuelvas a verla.
Hace falta mucha confianza para el amor.
10. No cuesta nada decir lo que sienten
La comunicación lo es todo y la principal evidencia de la compatibilidad en la pareja. Si se pueden comunicar hasta el punto de hablar de sentimientos o contar sus fantasías sexuales abiertamente es que están preparados para ser novios. Si te dice “te quiero” y las mismas palabras salen de tu boca sin que tu cerebro haga nada por impedirlo, es que lo son.
El “te quiero” sólo debe pronunciarse cuando se ha pasado por todas y cada una de las fases explicadas con anterioridad. Y antes de hacerlo, debemos tener la seguridad de que la otra persona va a contestar “yo también”.
No hay nada peor en este mundo que decir “te quiero” a alguien y que la persona te conteste con un “pásame el Ketchup”.
¿Durante cuánto tiempo debería tener citas antes de meterme en una relación exclusiva?
De nuevo, la pregunta ¿Durante cuánto tiempo debería tener citas antes de meterme en una relación exclusiva? es una pregunta equivocada. No es ni una cuestión temporal ni de número de citas previas.
Se trata de cómo van las cosas en la pareja. Hay parejas que no necesitan ni hablarlo. Simplemente se dejan deslizar hacia el compromiso sin darse cuenta y, al cabo de un tiempo -variable en función de la pareja- ya se saben comprometidos.
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Otras, en cambio, necesitan tener “la charla”. En esa charla generalmente se habla de los términos del acuerdo, por así decirlo. ¿Relación abierta o exclusiva? ¿Lo hacemos oficial o es mejor mantenerla discretamente por ahora? ¿Qué busca la mujer en el hombre? ¿Y él en ella?
Ese tipo de cosas son las que se hablan en una charla así. De todas formas, como hemos señalado ya en multitud de ocasiones, depende de cada pareja.
Ten cuidado con algo: si a veces parece que son novios y otro día todo lo contrario y este comportamiento se extiende en el tiempo. Tienes que saber que estás siendo víctima de un refuerzo intermitente y es algo que te puede destrozar por dentro. Estarías de lleno metido en una relación tóxica.
Cómo sé si tengo una relación exclusiva o una relación no exclusiva
¿Relación exclusiva o una relación no exclusiva? Sólo hay dos formas de averiguarlo. Una de ellas es preguntando directamente. Es la mejor forma pero tienes que tener muy clara la respuesta.
Aquí, algunos ejemplos de preguntas directas.
- Hemos estado saliendo por un tiempo. ¿Vamos a ser fieles o podemos salir con otras personas?
- ¿Sigues saliendo con otros chicos? ¿Todavía puedo salir con otras chicas?
- ¿En qué punto estamos? ¿Estamos comprometidos o seguimos saliendo con otras personas también?
- ¿Podría decirse que somos pareja?
Esta es la mejor forma porque las preguntas son tan directas que, si responde con evasivas, sabrás que no están preparados para ser novios en exclusividad.
La otra forma es ser más sutil y hacer preguntas indirectas.
- ¿Cómo va tu vida amorosa?
- ¿Cuál dirías que es el mejor momento para empezar a salir con alguien exclusivamente?
- ¿Qué opinas sobre las relaciones abiertas?
- ¿Te molestarías si sigo saliendo con otras personas?
Estas preguntas no te van a dar una respuesta tan clara como las anteriores pero si te pueden dar muchas pistas.
Aconsejamos encarecidamente hablar claro, siempre, en cualquier circunstancia. A veces da miedo, es cierto.
La vida es así.
La exclusividad, por lo tanto, es algo que se debe afrontar con cautela. Algunas chicas pueden no estar interesadas en el compromiso. Otras pueden tomarlo como una amenaza a su libertad y alejarse. Pero como hemos dicho, una conversación sincera y abierta sobre el tema es la mejor opción.
Hay muchas formas de abordar el tema de la exclusividad, pero todas tienen que partir del respeto.
En cualquier caso, es importante que seas sincero y abierto. No trates de manipularla para que diga lo que quieres oír. Y no te enfades si no está interesada en ser tu pareja en exclusiva. Recuerda que no todos las chicas quieren lo mismo y que tú también tienes derecho a decidir lo que quieres. De seguro no quieres saber cómo se comporta una mujer infiel.
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